Empresarios, entre el respaldo al “cepo al Estado” de Milei y las dudas por un plan “raro”
El establishment productivo espera tener la letra chica del Presupuesto para dar definiciones y quiere saber de dónde salen las proyecciones de crecimiento. Debates internos por atraso cambiario y estabilidad inflacionaria.
El anuncio de la presentación del Presupuesto nacional que realizó el presidente Javier Milei en el Congreso generó una fuerte expectativa en el sector privado, que evitó tomar posiciones técnicas sobre las proyecciones de crecimiento, inflación y devaluación, pero que respaldó de manera enfática el cuidado de las cuentas públicas y el “cepo al Estado”. Aún con una mirada positiva y con expectativa al alza con la suba de 5 puntos del PBI, se acrecentaron las dudas sobre la confluencia de una mayor actividad económica, una estabilidad de precios y un alza en la recaudación.
“En 2025, el crecimiento proyectado del PIB está motorizado principalmente por la industria y el comercio, con subas de 6,2 y 6,7 por ciento, respectivamente. Por su parte, el sector agropecuario avanza 3,5 por ciento luego de la recuperación de la cosecha del corriente. En suma, los rubros de bienes crecen en promedio 5,6 por ciento, por encima de los servicios, que suben 4,4 por ciento. Por el lado de la demanda, se prevé una recuperación de todos los componentes; en particular, el Consumo Privado crece 4,5 por ciento y la Inversión, 9,9 por ciento”, sostuvo uno de los puntos de las proyecciones macroeconómicas.
Tras la presentación del Presupuesto 2025, ahora tiene la palabra el mercado
Las fábricas y los comercios fueron dos de los sectores más afectados por la crisis recesiva y, si bien los datos de julio mostraron un rebote, algunos empresarios adelantaron que en agosto y lo que va de septiembre volvió a retraerse el consumo. La caída en desgracia del poder adquisitivo explicó una gran parte de la reducción de la inflación, aunque el estancamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en torno al cuatro por ciento “se generó ante el aumento de los costos del sector privado”, según arguyeron los productores y comerciantes, consultados por PERFIL.
Respaldo de la CAC y dudas en la UIA
“Si la suba fuera del cinco por ciento del PBI sería muy bueno. Ahora, si es posible, no lo sé. Lo que sé es que va a ser un buen año de crecimiento”, auguró a este medio el dueño de una de las fábricas más importantes que tributan en la Unión Industrial Argentina (UIA). “Si ahora hay atraso cambiario, y se continúa con la devaluación del dos por ciento y una inflación del 18 por ciento, habría un poquito más de atraso cambiario. Nos tomaremos el tiempo para mirar más los números, pero a simple vista suena raro”, aseguró el empresario.
Quien se adelantó a todas las entidades, que hasta la noche del domingo se habían mantenido en silencio, fue la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). “En un país marcado por el déficit fiscal crónico, la defensa a ultranza del equilibrio en las cuentas públicas que lidera el Primer Mandatario es muy saludable. Y también lo es el objetivo de bajar el gasto y la presión impositiva que tiene en contrapartida, que en las últimas décadas alcanzaron niveles a todas luces excesivos”, sostuvo el titular de la Entidad, Natalio Mario Grinman.
Dólar, inflación y crecimiento económico: cuáles son las proyecciones en el Presupuesto 2025
“Apenas asumió en diciembre, Milei encaró un ajuste que sorprendió a muchos, tanto por la velocidad como por la magnitud. Desde luego que varias de las medidas no estuvieron exentas de costos, pero eran imprescindibles para ordenar una macroeconomía insostenible y evitar males mayores”, agregó el presidente de la CAC.
“El mensaje en el Congreso ratificó el rumbo; reiteró la férrea convicción de mantener el equilibrio fiscal y reducir el peso del Estado. Son pilares indispensables para erradicar el flagelo de la inflación y permitir que el sector privado, auténtico motor del progreso de las naciones, pueda operar en libertad y desplegar plenamente su potencial. Es por ello que nuestra evaluación es claramente positiva”, concluyó Grinman.
Más retenciones y menos obra pública, otra alerta productiva
Una de las incógnitas de los primeros datos formales que se conocieron del Presupuesto que ingresará a la Cámara de Diputados fue el incremento proyectado del 100,4 por ciento provenientes de los Derechos de Exportación. “Estos recursos pasarán de representar 0,96% del PIB en 2024 a 1,43 por ciento del PIB en 2025. El crecimiento se explica fundamentalmente por los mayores recursos vinculados a los mayores saldos exportables”, argumentó el proyecto.
En el campo existe un fuerte temor de un incumplimiento de la promesa de baja de retenciones a la exportación agropecuaria, como había anunciado Milei en campaña y reiteró en su última visita a la Sociedad Rural Argentina (SRA). En ese reducto, la opción de eliminación total estaba descartada, pero habían puesto sobre la mesa un plan de reducción gradual, con una contrapartida de liquidaciones aseguradas que le permitiera mayor liquidez en dólares para el Gobierno.
En donde impactó fuerte el discurso presidencial fue en la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), quizás el sector más golpeado por el cambio de modelo económico y la eliminación de la obra pública. Fuentes empresarias que integran Camarco señalaron que las constructoras habían logrado un respiro a la recesión a través de contratos con provincias que continuaron con obras locales. Pero la exigencia de Milei a los gobernadores para apliquen un recorte de USD 60.000 millones puso en “alerta extrema” a los empresarios sectoriales.