Cómo impactarán en las tarifas de electricidad y gas los cambios en los subsidios
El Gobierno nacional tiene en carpeta una serie de modificaciones en el esquema de subsidios que se reflejan en las boletas de electricidad y gas natural que reciban los usuarios desde el próximo año.
Este nuevo sistema estará basado en el regreso al esquema de tarifa social, en línea con el objetivo oficial de focalizar de manera más eficiente la asistencia y de acelerar el ajuste fiscal.
El sistema de segmentación vigente en el país desde 2022 divide a los hogares en tres niveles: ingresos altos (Nivel 1), ingresos bajos (Nivel 2) e ingresos medios (Nivel 3). El esquema fue diseñado con el objetivo de que los usuarios del Nivel 1 (N1), comercios e industrias, paguen el costo pleno de la energía. En tanto, los usuarios de los niveles N2 y N3 cuentan con un tope de consumo subvencionado, lo que les permite acceder a una tarifa más baja.
Sin embargo, a pesar de esta segmentación, las tarifas siguen compuestas por cuatro ítems: el precio de la energía, el transporte, la distribución y los impuestos, que varían a nivel nacional, provincial y municipal. En la práctica, ninguno de los usuarios cubre el costo total del servicio, lo que obliga al Tesoro Nacional a compensar a las empresas generadoras de energía para cubrir esa diferencia.
Reemplazo de la Canasta Básica Energética (CBE)
En un principio, el Gobierno había considerado reemplazar el esquema actual de subsidios por un sistema basado en una Canasta Básica Energética (CBE), que establecía un consumo determinado para cada tipo de hogar, teniendo en cuenta la zona bioclimática del país y los ingresos de cada familia.
Esta iniciativa fue impulsada por el exsecretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo. Sin embargo, el proyecto generó dudas dentro del gabinete debido a su viabilidad y las complicaciones logísticas que podrían presentarse en su implementación.
Pese a las dificultades, desde el Ministerio de Energía se contempló un período de transición que se extendería entre junio y noviembre de 2024, con la posibilidad de prorrogarlo por seis meses más. No obstante, en las últimas semanas, tanto el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, como la nueva secretaria de Energía, María Tettamanti, definieron que, en lugar de continuar con la CBE, se optará por un sistema diferente, en el que se eliminará la segmentación actual.
Ajuste gradual y nuevos criterios de acceso
La principal modificación que se prevé es que solo quedarán dos tipos de usuarios: los que recibirán subsidios y aquellos que no recibirán ningún tipo de asistencia. Este cambio implicará un ajuste gradual en el nivel de asistencia que reciban los distintos grupos de usuarios, lo que permitirá, en teoría, “una distribución más equitativa y controlada de los subsidios”.
Las condiciones para acceder al beneficio estarán basadas en la Canasta Básica Total (CBT) publicada por el Indec, es decir, la línea de pobreza. Este cambio significará que los beneficiarios deberán cumplir con requisitos mucho más estrictos que los actuales.
Así, los beneficiarios pagarían el costo total de la factura, pero recibirían una compensación a través de una transferencia directa, ya sea por medio de una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito específica.
Variables clave para los aumentos de tarifas
Los aumentos serán determinados por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien tendrá en cuenta dos variables cruciales: el objetivo de mantener el equilibrio fiscal y evitar poner en peligro el proceso de desaceleración de la inflación.
Este año, el Gobierno aplicó un recorte en los subsidios que alcanzó los 3.000 millones de dólares, y se espera que el ajuste para 2025 sea similar, según se desprende del proyecto del Presupuesto Nacional.
De cara al cierre de 2024, es probable que los incrementos en las tarifas de electricidad y gas continúen por debajo de la inflación para no afectar la estabilidad económica ni interrumpir el proceso de desaceleración de los precios.
Infobae