El Poder Judicial frente al avance de la tecnología e inteligencia artificial

El Poder Judicial frente al avance de la tecnología e inteligencia artificial
infoentrerios.com
  • Publicado el:agosto 29, 2024

27/08/2024

Al poder analizar grandes volúmenes de datos y extraer patrones que podrían escapar al ojo humano, la tecnología ofrece nuevas formas de entender y aplicar la ley. Elena Salomón, está al frente de la Secretaría de Superintendencia del STJ y en una charla expuso acerca de la aplicación de tecnología para mejorar el sistema judicial, agilizar los tiempos procesales, reducir costos y brindar un mejor servicio. Video

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial

 

En el ámbito judicial se utilizan los algoritmos a diario: las computadoras, los programas específicos, los sistemas informáticos internos para visualizar la radicación de causas, las notificaciones electrónicas, el expediente digital y las subastas online, entre una larga lista de etcéteras.

Sin embargo, la mayoría de los juzgados colapsa por la gran cantidad de causas en trámite –algunos más que otros, es cierto–, y eso repercute directamente en la capacidad de respuesta, es decir, cuánto demora un juez en dictar sentencia desde que se presenta una demanda. Se podría discurrir largamente sobre ello, pero quedará para otra ocasión.

En una iniciativa conjunta entre el sector público, la Universidad y la empresa Telecom se desarrolló hace unos días una nueva edición de “Encuentros 4.0”, una jornada que permitió compartir experiencias vinculadas a la incorporación de tecnología e inteligencia artificial en diferentes campos del acontecer social.

El encuentro tuvo lugar en la sede de Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), en Oro Verde, y entre las exposiciones se abordó acerca del impacto de la innovación en el Poder Judicial, en un panel denominado “Talento Digital y Transformación Cultural”.

Elena Salomón no es una chica digitaler; tiene 48 años, es abogada y lleva más de una década al frente de la Secretaría de Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia (STJ), el área que se ocupa de la organización administrativa del Poder Judicial, la distribución del trabajo interno, la contratación de bienes y servicios y los desarrollos informáticos y tecnológicos aplicables a la gestión, entre otros.

Desde ese rol expuso acerca de la aplicación de tecnología para mejorar el sistema judicial, agilizar los tiempos procesales, reducir costos y brindar un mejor servicio y contó por qué la dinámica de la función la llevó a formarse en lenguajes de programación “para poder comunicar los proyectos gubernamentales que tenía el STJ y hacerlos concretos a través de la implementación de tecnología”.

La funcionaria tuvo una mirada particular sobre la incorporación de tecnología al sistema judicial: “A veces la modernización llega por un sentido normativo, por un nuevo código procesal, que obliga a cambiar toda la dinámica de trabajo. Pero la tecnología no anula los sistemas tradicionales, sino que moderniza lo que de algún modo se daba ya en el plano real”, explicó ante un auditorio integrado mayormente por estudiantes de carreras informáticas.

La funcionaria judicial desmitifica la idea de que la modernización se aceleró en la pandemia. En cambio, sostiene que el Poder Judicial ya venía atravesando un proceso de actualización, “porque los procesos de modernización nunca son solamente tecnológicos; la tecnología es un aspecto”.

El desafío, en estos tiempos, es cómo manejar el volumen de datos que gestiona el Poder Judicial. Por ejemplo, en 2023, y solo en Paraná, los juzgados de familia dictaron 18 mil medidas. En esas resoluciones consta información que permitiría conocer qué tipos de justiciables hay, quiénes son las personas en situación de vulnerabilidad, dónde están las urgencias, qué tipo de respuestas se dan ante las emergencias y otras.

“Para administrar esa información me tengo que convertir en una persona políglota, manejar grandes volúmenes los datos duros que se generan en el sistema a partir de los lenguajes de programación”, explica Salomón.

El lenguaje es el principal medio de comunicación y es el que permite que interactuemos entre humanos. Puede ser a través de palabras, señas o sonidos a los que dotamos de un sentido.

Un lenguaje de programación se podría explicar como el conjunto de instrucciones que permite a los humanos interactuar con las computadoras; es el lenguaje que permite a las computadoras procesar de forma rápida y eficiente grandes y complejas cantidades de datos. El más conocido es Python.

“Los abogados tenemos que manejar esto porque somos los que vamos a traducir al sector de gobierno, que es el que toma las decisiones, y para esto tenemos que saber de los dos lenguajes”, explica la funcionaria judicial. “Quienes trabajamos en la parte técnica del diseño de los nuevos programas tenemos que saber manejar algoritmos, porque las máquinas no solo sirven para depositar datos, sino también para emular conductas y es necesario evitar sesgos para poder asesorar adecuadamente sobre lo que queremos hacer”, agrega la doctora Salomón.

Python, a través de sus bibliotecas, permite manejar grandes volúmenes de datos en distintos formatos: Matplotlib o Seaborn para elaborar gráficos, Numpy para manejar grandes volúmenes de datos, SciKitLearn para generar redes neuronales tendientes a manejar algún sistema de machine learning, TensorFlow para hacer algún sistema de deep learning de red neuronal.

De lo que se trata, en definitiva, es de extraer patrones que podrían pasar desapercibidos para el ojo humano para eficientizar el sistema judicial; utilizar la tecnología para entender y aplicar la ley y, finalmente, contribuir a tomar mejores decisiones.

Foto: Secretaría de Comunicación FCyT-UADER.



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