Etcheverry venció a Báez y pasó a la primera final de su carrera

Tomás Etcheverry (76°) está viviendo la mejor semana de su vida. Después de un año de aprendizaje en el que intercaló challengers con qualies ATP, llegó el momento en el que parece haberse empezado a asentar en la élite del tenis internacional. Es que en el ATP 250 de Santiago encontró un sitio para poder plasmar en la cancha todo lo adquirido en los últimos meses, y los resultados aparecen a la vista: venció a Sebastián Báez (35°) por 7-5 y 6-3 en 1h37m y se metió en la primera final de su carrera.

A base de derechazos, mucha consistencia desde la línea de fondo y con un 88% de puntos ganados con su primer saque (además, sumó cuatro aces), el platense de 23 años logró sacar una leve ventaja en cada uno de los dos parciales para desnivelar la balanza y poder sacar el pasaje rumbo al último día de competencia.

“Trato de mejorar cada día y dejo todo para lograrlo. Este momento es un sueño para mí, llegar a una final era uno de los objetivos que tenía para este año”, sostuvo un emocionado Etcheverry, luego de haber conseguido su cuatro triunfo al hilo en la capital chilena.

Desde la incorporación de Wally Grinovero a su equipo de trabajo, se ve a un jugador más agresivo, que busca tomar la bola adentro de la cancha y que logra puntos fáciles con su saque, hecho que le permite no tener que salir a pelear cada uno de los puntos.

Etchverry espera en la final por el ganador del duelo entre el local Nicolás Jarry (87°) y Jaume Munar (66°) e intentará sumar su primer trofeo en las grandes ligas del deporte de las raquetas. En caso de consagrarse, romperá la barrera del top 50 (será 49°). Eso sí, si llega a perder mejoraría de todos modos su ranking: subiría hasta el puesto 60.